Pensando en los usuarios que hayan tirado la toalla o en quienes quieran proyectar una imagen siempre perfecta, la red social Instagram ha incorporado hoy un nuevo filtro para las fotografías que sustituye el rostro de todos los «selfies» por la cara de la actriz estadounidense Jennifer Lawrence.
«Instagram suele usarse para proyectar una imagen idealizada de uno mismo. Pero cuando uno mismo es muy cutre, hay poco material que poder idealizar», explica un portavoz de la compañía. Por este motivo, la empresa cree que algunos de sus usuarios necesitan «mucho más que retoques de luz en las fotos».
La novedad llega a las pocas semanas de que la estrella de Instagram Essena O’Neill decidiera abandonar la aplicación al sentirse defraudada por «una vida que no es real». La red social responde ahora a esta falta de autenticidad señalando que «lo que se vende en Internet no es real porque lo real es una mierda». Los responsables de la aplicación consideran que su producto es «el chaleco salvavidas que nos mantiene a flote en un mundo gris que no merece la pena vivir».
La marca insiste en que su decisión se basa «en un estudio de mercado que nos confirmó que nuestros usuarios rechazan el existencialismo de raíz sartreana y defienden el escapismo lúdico que bebe de los afluentes del epicureísmo ante la imposibilidad de soportar la mirada que les devuelve el abismo de lo inevitable».
«A tope con el escapismo lúdico que bebe de los afluentes del epicureísmo y a tope con Jennifer Lawrence que es la puta ama», confirmaba esta mañana Rosa Garrido, de Talavera, tras probar por primera vez el nuevo filtro «Lawrence» y llenar su muro de Facebook y su Twitter de fotografías con su rostro con la cara de la actriz americana.
«Soy yo con su cara y con su pelo y la verdad es que me favorece un montón», insiste la chica. «Si hasta parezco otra», añade.
