Las dos hijas del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han anunciado este fin de semana que renuncian a la herencia de su padre. Laura y Alba acudirán al notario esta misma mañana para oficializar su decisión, aunque su padre se ha negado a acompañarlas en coche.
El legado de Zapatero consiste en una amplia colección de libros de ensayo y poesía, una deuda de las administraciones públicas cercana al 90% del PIB, un descenso brusco del crédito, un llavero de Caja Rural, varios millones de parados, una pelota de baloncesto, más de 20 trajes y americanas y un sofá granate de cuero reclinable.
«Lo que más me duele es que desprecien la alianza de civilizaciones y renuncien a ponérsela, con lo bonita que es y con lo cara que le salió a su padre», ha lamentado su madre.
Las chicas argumentan que «esta alianza está muy desfasada y se reirían de nosotras».
«Ya nos podría haber dejado un coche, un apartamento en la playa y dos hipotecas como la gente normal», protesta una de ellas.
Si las jóvenes renuncian a la herencia, ésta pasará al Estado. Para tratar de evitarlo, el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, invitará a las hijas de Zapatero a merendar en un Vips esta misma tarde con la intención de convencerlas de que «les ha tocado el padre que les ha tocado y que cada palo aguante su vela».
Las hijas de Zapatero no son las únicas que se plantean renunciar a la herencia que les corresponde. Al ser preguntados por la herencia de Mariano Rajoy, sus dos hijos han asegurado que no conocen «a este señor al que usted se refiere».
