«Love At The Border» («Amor en la frontera»), de Alejo García, ha sido el cortometraje de mierda merecedor del primer premio del Certamen de Cortometrajes de Jumilla del Pinatar, patrocinado por el ayuntamiento de esta localidad y «Carnicería Mazarrón: la carne de todos, la carne para ti».
La cinta, presentada ayer en sociedad, relata la historia de amor de un agente de la Guardia Civil y una inmigrante. Ambos son víctimas de un romance imposible que llevará al hombre a encadenarse a la valla de Melilla, que en la vida real es la reja de un polideportivo municipal.
«Es un viaje interior que nos lleva a reflexionar sobre vidas truncadas por determinadas decisiones políticas», dice el joven autor hablando como el puto Martin Luther King.
El creador asegura que es «fan de Shakespeare desde que me lo descubrió el tío Genisio, que lo leía en voz alta y me lo grababa en cintas de cassette». Admite, por tanto, «ciertas influencias Shakerespirianas en ese amor migrante de Antonio y Falatulaha».
El comprometido cineasta donará los veinticinco con diez euros con los que ha sido recompensado a la perrera municipal. «Gracias a la gente de la perrera pudimos contar con el yorkshire que sale haciendo de perro policía», explica la joven promesa de mirada intensa, que animó a «los chavales que empezáis en esto» a no desfallecer «y a seguir los latidos de vuestro corazón, que es el único timón que debe guiaros en esta senda».
En su discurso de agradecimiento ante seis personas, García cargó duramente contra el Gobierno «por el tema del IVA cultural» y lamentó que su guión no recibiera ningún apoyo institucional, cosa que le obligó a destinar parte de la pensión de invalidez de su padre al presupuesto de la obra.
«Me gustaría haber contado con inmigrantes de verdad para este proyecto, pero el Gobierno los echa a todos», añadió el director de cine, intentando ser sarcástico.
La cinta estará disponible próximamente en YouTube, empresa con la que el muchacho asegura haber llegado a un acuerdo, si logra exportar el material con el formato adecuado, pues el ordenador le está dando muchos problemas «porque me lo bajé de Internet y ahora me pide la clave».
