Considerando que es un hombre adulto y que, si pregunta a cualquiera de los camareros cuál es la puerta del baño, todo el mundo sabrá que tiene pipí “como si fuera un bebé”, un cliente del bar ‘El Taller’ de Barcelona ha tomado la determinación de dirigirse al fondo del establecimiento “y empujar la primera puerta que vea confiando que será la de los servicios”, según han informado fuentes cercanas a su psique.
“Mi estrategia será la siguiente: levantarme, dirigirme al fondo y empujar la primera puerta que vea sin un ápice de duda, como sabiendo lo que hago”, se ha repetido a sí mismo repasando su magistral plan para poder orinar.
“Aprovecharé alguna pausa en la conversación para levantarme de la mesa sin decir nada a mis amigos y atravesar el local de punta a punta mostrando la confianza que me corresponde a mi edad, quizá asintiendo con la cabeza, como rememorando alguna ocurrencia que acabo de decir”. Lo importante, según se dice a sí mismo, es fingir que no da ninguna importancia al hecho de que su objetivo es orinar pese a que desconoce totalmente la ubicación del baño.
«No puede estar muy lejos», se dice
“Necesito explorar el bar con premura, como sin ser consciente de que estoy buscando un lugar seguro en el que poder sacarme el pene”, se ha dicho. Si tras la puerta no encuentra el baño sino el almacén del bar, es posible que “mueva algunas cajas o haga inventario, para disimular”.
Según sus cálculos, “en un bar de estas características no puede haber más de dos o tres puertas”, por lo que sus posibilidades de éxito son numerosas. En el peor de los casos, necesitará dos intentos, también según sus cálculos.
Al cierre de la edición, el hombre ha encontrado una escalera que baja hacia un segundo nivel y ha ido hacia ella sin dudar un segundo, dirigiéndose hacia las profundidades de lo desconocido mientras agudizaba sus sentidos al máximo.