Diciendo que la popular muñeca no se encontraba a gusto jugando con niñas obesas, Mattel ha anunciado esta semana que Barbie no se venderá a las niñas con sobrepeso cuya figura difiera “en demasía” de la del icono rubio. Según la marca, ha sido la propia muñeca la que se ha negado a seguir “yendo por ahí con gordacas” que, tal y como ha asegurado Barbie, la obligan a comer y la atormentan con indirectas.
“Le dicen que está esquelética y la atiborran de Play-doh hasta que la muñeca acaba teniendo el mismo aspecto de Furby que sus propietarias”, ha asegurado un portavoz de la empresa fabricante. “Esas niñas están llenas de rencor y lo descargan en Barbie”, ha añadido.
“Barbie es una barbie y no debería ir con niñas que no sean también una barbie”, ha concluido.
Según ha podido saber la prensa, Barbie tampoco se sentía cómoda dejándose ver por chicas que podían afectar a su reputación y a su popularidad. Para ello, se ha facilitado en todas las cajas de los establecimientos Toys’r’us una báscula a la que deberán subirse todas las criaturas que quieran adquirir una muñeca.
Desde Mattel han querido adelantarse a las críticas que puede conllevar su decisión argumentando que, hasta ahora, se criticaba a la empresa por imponer modelos de belleza inasumibles. “¿Inasumibles para quién? Ahí está la cuestión”, han defendido desde la compañía juguetera.