La cadena de restaurantes Burger King ha decidido apostar por «la esencia de la comida rápida» ofreciendo a sus consumidores bolas de grasa de distintos tamaños y colores.
El producto, que formará parte del catálogo de la franquicia a partir de la semana que viene, se dirige a un consumidor «que no quiere ornamentos y viene a lo que viene, es decir, a ingerir toda la grasa que pueda en el menor tiempo posible», explica la marca en una nota de prensa.
Son «bolas de grasa para bolas de sebo como tú»
«Me molesta tener que elegir entre cincuenta tipos de salsa. Me molesta tener que decir si quiero la carne hecha o poco hecha. Yo vengo a ponerme hasta el culo, me dan igual los detalles y no quiero pensar. Estas bolas de grasa van directas de mi boca a mi culo y me dan todo lo que necesito», confiesa un joven que está como una foca en el nuevo anuncio de Burger King.
La cadena, además, defiende que «las nuevas bolas de grasa son increíblemente fáciles de comer, ideales para los niños y para los ansiosos que se meten toda la comida en la boca al primer bocado, como putos animales».
«No son mejores ni peores que el resto de productos del menú. Están en la línea habitual», explica John Serbert, experto nutricionista. «Igual la que pesa diez kilos puede provocar accidentes si cae y empieza a rodar sin control por la calle, pero seguro que el comprador se la zampa antes de que llegue al suelo, porque esta gente es así», añade.