eL REDACTOR DE UN MEDIO DIGITAL HA ACTIVADO SIN DARSE CUENTA LA TECLA DE LAS MAYÚSCULAS Y LLEVA CASI DOS HORAS ESCRIBIENDO UN ARTÍCULO SIN REPARAR EN EL ERROR, ABSORTO COMO ESTÁ EN LA ESCRITURA.
2pROBLABLEMENTE, CUANDO DEJE DE MIRAR AL TECLADO Y SE FIJE EN LA PANTALLA, SE VA A CAGAR EN TODO2, HA DECLARADO UNO DE SUS COMPAÑEROS, QUE PREFIERE NO AVISARLE 2PARA VER QUÉ CARA PONE2.
aUNQUE EXISTE UN MODO DE SELECCIONAR TODO EL TEXTO Y CAMBIAR LAS MAYÚSCULAS A MINÚSCULAS SIN TENER QUE VOLVER A ESCRIBIRLO TODO, MUCHOS DUDAN DE QUE EL REDACTOR EN CUESTIÓN CONOZCA DICHO MÉTODO.
2qUÉ VA A SABER, SI LLEVA DOS MESES CON EL WORD SUBRAYÁNDOLE TODAS LAS FRASES EN AMARILLO PORQUE LE DIO A UN BOTÓN Y ES INCAPAZ DE DESACTIVARLO2, ASEGURA EL MISMO COMPAÑERO.
a MEDIA MAÑANA, LA SITUACIÓN SE HA AGRAVADO CUANDO, SIN QUERER, EL REDACTOR HA ACTIVADO LA FUNCIÓN DE SUBRAYAR EL TEXTO, TAMBIÉN SIN DARSE CUENTA, DIFICULTANDO AÚN MÁS LA LECTURA DEL ARTÍCULO.
2?pOR QUÉ NO MIRA LA PANTALLA¿ ?eS TONTO O QUÉ LE PASA¿2, INSISTE EL COMPAÑERO POCO SOLIDARIO.
hACE ESCASOS MINUTOS, EL REDACTOR HA RECIBIDO UNA LLAMADA DE TELÉFONO Y, APROVECHANDO LA DISTRACCIÓN, SU COLEGA MALINTENCIONADO HA CAMBIADO EL TAMAÑO DE LA LETRA PARA HACERLA AÚN MÁS GRANDE Y LUEGO ENCIMA HA MODIFICADO EL TIPO DE FUENTE,
