El pasado miércoles, al despertarse tras una sencilla intervención quirúrgica que no debería haber tenido ninguna complicación, Martín Echegaray, cántabro de 63 años, descubrió que, además de operarle de la hernia, el cirujano también le había extirpado todo el vello púbico dejándole los testículos “mutilados, desprovistos de toda su pelambrera natural y con un picor insoportable”.
«Han mutilado mi virilidad»
Este auxiliar administrativo ha interpuesto una demanda al cirujano que le operó y al equipo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla por lo que considera que es un caso de clara negligencia médica. “No sé si ha sido un error, si se les ha ido la mano con el bisturí o qué, pero yo entré en el quirófano como un hombre y ahora parezco un bicho raro y me pican los testículos muchísimo”, ha explicado a la prensa.
“Si me dan a elegir entre dejarme los huevos lampiños o quedarme con la hernia que tenía en la ingle, me quedo como estaba”, ha añadido.
«Cuando vi cómo me habían dejado estuve llorando durante horas en la camilla sin que nadie me hiciera caso”, lamenta Martín con un hilo de voz. A su mujer también le cuesta verlo atractivo. “Le miro ahí abajo y no reconozco su antiguo poderío”, explicaba con lágrimas en los ojos.
La demanda fue presentada por el mismo Martín y su mujer a través de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias. En la misma, se expone que los médicos no informaron al paciente del afeitado genital que podía acarrear la intervención quirúrgica. El abogado de la familia solicita una indemnización de dos millones de euros, “una cantidad de dinero mínima con la que, al menos, pueda forrarse los cojones».
