Según confirman fuentes cercanas al comedor de tu casa, Alexander Djokovic, licenciado en Ingeniería Química por el Instituto Checoslovaco de Tecnología de Praga y Doctor en Química por el Instituto Politécnico de Zurich, no ha sido capaz de montar tus muebles tras la mudanza.
Este premiado ingeniero químico, que en su país de origen fue capaz de marcar moléculas de adrenalina con isótopos radiactivos para visualizar cómo se comporta la hormona en las células, ha colocado en el salón unos muebles que van destinados al dormitorio pese a que le has facilitado un esquema con un plano del piso en el que se especificaban, sin posibilidad de error, qué muebles iban destinados a cada habitación de tu nueva casa.
«Confundido porque muebles todos del mismo color» ha balbuceado a modo de excusa este prodigioso científico mientras se secaba el sudor de la frente y daba órdenes en su idioma al otro tío con el que ha hecho toda la mudanza.
Este químico serbio, que fue premiado en 1993 por el Massachussets Institute of Technology debido a sus extraordinarios avances en el estudio de los receptores acoplados a proteínas de tipo G, fue recomendado por tu hermana para hacer la mudanza de todos tus muebles, que a diferencia de la tuya transcurrió sin ningún tipo de problema. En tu caso, este premiado investigador, que habla cinco idiomas pero no es capaz de distinguir un armario ropero de una librería, lo va a tener muy difícil si pretende que le vuelvas a llamar para otro trabajito.
Al cierre de la edición, el autor del legendario artículo «Structure validation in chemical crystallography» ha confirmado que volverá mañana a solucionar el desastre «sin pagar más amigo lo siento tú no enfades».