Tras su incorporación como asesora en la empresa catalana «Seeliger y Conde», especializada en la búsqueda de directivos, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha decidido despedir de manera fulminante a la persona que la fichó a ella.
«Contratar a un político como asesor a los pocos días de la polémica incorporación de Rodrigo Rato a Telefónica demuestra muy poca habilidad para manejar los tiempos y gestionar la imagen de una empresa como la nuestra», ha declarado Aguirre.
Contratará «a mis amigas del gimnasio»
La presidenta del PP de Madrid considera que «ahora el daño ya está hecho y lo que hay que hacer es mirar adelante y depurar responsabilidades para que no se repita una torpeza similar». También se ha mostrado «ilusionada con este nuevo proyecto», que le permitirá «fichar a varias de mis amigas del gimnasio, especialmente a Marisol, que tiene muchísimo talento y te mueres de la risa con ella».
Según Esperanza Aguirre, «la labor de un cazatalentos es fundamental hoy en día y tampoco es tan complicada porque, si buscas ‘gente con talento’ en Google, te salen más de veintisiete millones de resultados». Admite, pues, que «en cierto modo el trabajo se hace solo».
Podría darle un puesto al «hijoputa»
Algunas fuentes cercanas a Aguirre sospechan que el despido de su «descubridor» está relacionado con la intención de darle un puesto «al hijoputa». En su día, la expresidenta de la Comunidad de Madrid fue muy criticada por quitarle un puesto al «hijoputa» y ahora trataría de enmendar el error, considerando además que cualquier buena empresa necesita contar con un «hijoputa» de consolidada trayectoria «y Rato ya está pillado, mecachis en la mar», ha declarado esta mañana a los medios.
