No han sido capaces de coordinar sus agendas. «Yo tenía bien las tardes de los miércoles pero mi novia las tardes de los miércoles tiene yoga», explica Tonino. Su novia María confirma que estuvieron a punto de casarse hace tres semanas: «Encontramos un hueco a la hora de comer, pero a mí me salió un marrón». «Los domingos ella los tiene libres y yo también, pero suelo estar de resaca y paso», admite el novio. Por ahora, se desconoce si les concederán el permiso para casarse telemáticamente.
«Si no nos dejan seguir con el fax intentaremos casarnos mediante un busca, que también es una tecnología muy innovadora. Dentro de poco todo el mundo se casará mediante fax porque el ritmo de la vida moderna así lo impone, es absurdo ponerle freno al futuro».