En un comunicado remitido a Europa Press, Stephen McNamara, director de comunicación de Ryanair, ha informado de que el vuelo FR7265 con origen en Girona y destino Londres ha tenido que practicar esta tarde un aterrizaje de emergencia al poco de despegar debido a que el avión se había quedado sin pasajeros.
Cuarenta y tres de ellos se habían arrojado al vacío cansados por el trato recibido por parte de la tripulación, que se refería a ellos como «mis niños». Otros veinte abandonaron la aeronave al hallar una oferta más económica de otra compañía, saltando de un avión a otro en pleno vuelo. El resto, dos docenas de personas, desapareció por causas desconocidas «en una cifra que entra dentro de la normalidad tanto en los vuelos de nuestra compañía como, imagino, en los de cualquier otra», afirma McNamara.
Al comprobar que el avión llevaba cinco minutos volando sin pasaje, el comandante Billy «El Loco» informó al resto de la tripulación (una azafata y un perro mediano con gorra) de que aterrizaría cuanto antes para no desperdiciar combustible. «El Loco» ha declarado que suele efectuar los aterrizajes de emergencia cada día en una carretera de Girona poco transitada «que además está al lado del club donde trabaja mi chati y así ya la recojo». Sin embargo, dado que el avión ya había cruzado la frontera española, el aterrizaje tuvo lugar «con total normalidad, como hubieran hecho en cualquier otra aerolínea» sobre la calva de un señor.
El piloto: «Me gusta tirarme pedos y escucharlos luego en la caja negra»
«Sé que aterrizar en la cabeza de alguien puede ser peligroso porque las gomas de las ruedas hacen unos trombos ‘to locos’ que rascan que lo flipas, dejando unas marcas negras de goma quemada que tardan varios días en salir», reconoce Billy «El Loco» a la prensa. «Por no hablar de la peligrosidad, por mínima que sea, porque una calva es poca pista para aterrizar. Si fuera una calva de peruano no, porque tienen mucho sitio. Yo he llegado a aparcar airbuses de los gordos en las cabezas de los peruanos».
Didier Brasco, el ciudadano francés sobre el que ha aterrizado el vuelo de Ryanair, ya ha expresado su malestar «además del dolor de cuello» por el hecho de tener que soportar el peso del avión con las cervicales. Pese a todo, la aeronave no se moverá de allí «al menos hasta que consigamos un pasaje completo para un posible vuelo Calva-Girona que sea rentable», dice McNamara. Ryanair regalará al calvo puntos de vuelo y de sutura para compensar las molestias y curar las heridas superficiales que ha sufrido.
Ryanair busca jóvenes jugadores de la Play Station para cubrir bajas de pilotos
Billy «El Loco», uno de los pilotos emblemáticos de la compañía, en ocasiones no está capacitado «ni para mear donde tengo que mear, así que imagínate pillar un avionaco de esos». Como no es el único profesional que sufre puntuales resacas «por el tema del jet lag y del whisky ese que viene en botellines», las bajas entre los comandantes de vuelo de la compañía son habituales. Para poner remedio a esta carencia ocasional de pilotos e impedir que vuelvan a darse situaciones en las que un único comandante se vea obligado a conducir dos aviones situando una pierna en cada uno «como quien lleva dos caballos en una peli del oeste», Ryanair está seleccionando candidatos experimentados entre los servidores online de Play Station. «Si has manejado un Dron-Predator en el Call of Duty, un avión es poco más o menos lo mismo. Y, de hecho, hay chavales con más horas de vuelo desde las habitaciones de sus casas que cualquier piloto experimentado», explica Michael O’Leary, máximo responsable de Ryanair.
