El fabricante de muebles Ikea ha incorporado un nuevo modelo a su catálogo: el Pax Gäylor, un armario con seis homosexuales de capacidad pensado para que sus compradores se lo monten entre ellos. «Muchos homosexuales se ven obligados a salir del armario porque no se sienten cómodos y no pueden estar con otras personas a las que quieren. Ahora esto ya no será necesario: este nuevo armario les permitirá vivir su sexualidad con toda la libertad y el espacio del que en otros tiempos no disponían», explica la marca en una nota de prensa.
Se espera que el Pax Gäylor sea una buena alternativa para quienes hasta ahora tenían que celebrar orgías en soluciones de almacenaje que no estaban pensadas para este tipo de actividades. «Nos devolvían armarios metálicos con abolladuras y que encima olían a tigre. Vimos que había una demanda por cubrir», insiste el comunicado.
El nuevo lanzamiento no se ha librado de la polémica: «No me parece bien que en los almacenes de Ikea haya homosexuales copulando en los armarios de muestra. Hay niños delante y además todo esto atrae a un tipo de cliente que en el fondo está interesado en otras cosas que no tienen nada que ver con el mobiliario», declara una clienta habitual de la firma. Ikea asegura que «nuestros centros tienen espacios para que los más pequeños se distraigan mientras los adultos hacen sus compras». También defiende que «la sexualidad forma parte de la vida cotidiana de las personas igual que los muebles. Queremos que en nuestros armarios, en nuestras encimeras y en nuestras mesas de escritorio se pueda copular sin problemas porque luego los clientes lo hacen en la intimidad de sus hogares. Queremos que vean que nuestros muebles resisten incluso cuando se folla duro».
«Este armario llega tarde para mí»
Andrés S., empresario de 58 años, asegura que el nuevo armario de Ikea llega demasiado tarde para él. «Tenía una familia, una mujer, una vida ordenada. Pero tuve que romper con todo aquello para vivir plenamente mi sexualidad. Ahora mi novio me ha dejado y estoy solo. Este armario me hubiera evitado todo esto. Pero ya es demasiado tarde. Me siento fatal y pienso pasar el ‘finde’ llorando en el sofá, tragándome todas las temporadas de Gossip Girl y devorando ocho botes de helado Ben&Jerry’s». Ikea recuerda que en su catálogo existe una gran variedad de sofás diseñados para pasar la tarde llorando sin consuelo.