El célebre pintor manchego Antonio López ha sorprendido a la comunidad artística con su nueva obra, titulada «Tó lo negro». Pintado en óleo sobre tela, el cuadro es fiel a su título y retrata, con precisión fotográfica, una erizada espesura insondable que atrae la mirada y también el apetito del espectador. «La obra presenta el interés por lo cotidiano y la pasión por el detalle que caracterizan la pintura de López. Como en el famoso cuadro del membrillo cuya elaboración plasmó el cineasta Víctor Erice, también aquí se percibe el proceso de maduración del objeto retratado, la incapacidad de capturar un instante preciso en el que la maraña negra, metáfora de la vida, esté fuera de lo temporal, congelada en el tiempo» explica el experto en arte François Experténnart.
«Aunque fría está», prosigue el experto, «porque doña Herminia, la modelo, tuvo que posar durante horas con el papo al aire en el jardín, apenas cubierta con un gorrito y una bufanda y aguantando la insolencia de unos críos que le tiraban piedras».
«Tó lo negro» es a menudo comparado con el cuadro de Henri Rousseau «Tigre comiendo tus carnes morenas», de 1905, aunque el estilo naïf del artista francés se aleja mucho de la estética que cultiva el pintor de Tomelloso. También presentan una clara afinidad temática obras como «El caminante y la raja» (1820) de Caspar David Friedrich o «Mujer desnuda subiendo la escalera y enseñando chirri» (1937), de Joan Miró.
La pintura de Antonio López será expuesta en la galería «Peep Show» de Madrid a partir del mes que viene. De momento, sigue en el taller del artista quien, fiel a su perfeccionismo, asegura que el cuadro no estará acabado del todo «hasta que lo haya barnizado entero con mi brocha gorda».