Tres dibujos que podrían ser de Leonardo da Vinci fueron descubiertos en el reverso de unas pinturas del maestro italiano expuestas en el Museo del Louvre de París, según anunció ayer un portavoz de la institución al hacer público el «increíble descubrimiento». Lo inusual de este nuevo hallazgo es que los dibujos constituyen una suerte de esquemas «absolutamente detallados» de un coche, concretamente del nuevo Opel Astra GTC.
El italiano, nacido en 1452, además de a sus pinturas debe su fama a sus bocetos de bicicletas, insólitas armas y aparatos para volar. Lo que no podía sospecharse hasta ahora es que el artista también fuera capaz de adelantarse tanto a su tiempo como para diseñar, quinientos años antes, un coche que saldrá a la venta en pocos días. «Está todo en los bocetos, su línea aerodinámica, el sistema Start&Stop… Aunque él lo explicó todo en italiano y latín, claro», explica un eminente especialista en la obra del artista italiano. Cientos de expertos de todo el mundo dicen estar impresionados tanto por el descubrimiento como por el coche en sí mismo, que «mola mazo».
Según indican los bocetos, Da Vinci no solo habría sido capaz de intuir que en determinado momento podría construirse algo semejante, sino que también predijo que estaría disponible en dos acabados: Selective y Sportive. «¿Es un genio o no? Chana que lo flipas el Da Vinci este», concluye el experto del museo del Louvre.
«El otro día me pillaron pensando en otro coche mientras conducía el mío»
Por su parte, el grupo de hombres «en estado de buena esperanza» cuenta ya los días que faltan para dar a luz al coche. Lucas, de quien se han hecho eco los medios en las pasadas semanas, sigue acudiendo periódicamente a su concesionario a mirar «los bebitos que hay allí» desde el escaparate. La noticia de los bocetos de Da Vinci ha incrementado sus ganas de tener el coche.
«A veces se despierta en medio de la noche muy agitado y gritando ‘ya llega, ya llega’ y tenemos que salir a la calle a parar un taxi para ir corriendo al concesionario. Y claro, está cerrado porque pueden ser las cuatro de la mañana. Y nos tenemos que volver a casa. Ya le dijeron que aún no había llegado el momento», explica Ester, la pareja de Lucas. Éste no puede quitarse de la cabeza a «la criaturita» y reconoce que a veces conduce su actual coche pensando ya en el siguiente.
