Con este nuevo movimiento la intérprete de «Poker Face» ha vuelto a demostrar que nada de lo que hace deja indiferente, aunando por primera vez música pop y alimentación. «Empecé a conocer Lidl porque necesitaba carne de primera para mis vestidos y así pude comprobar que la realidad no es cara», explica la cantante, quien califica su relación con Lidl de «historia de amor».
Además de ceder su nombre a los supermercados, la diva dedicará algunas canciones a la cadena alemana. «Mi próximo disco está dedicado, todo él, a la sección de yogures, que son muy baratos y muy grandes. Luego quizá me centre en las cervezas o las salchichas, todavía no lo sé. Y el calvo del anuncio saldrá en los videoclips, quizá bebiendo leche de mis zapatos o quizá siendo sodomizado con embutidos alemanes, está por ver».
Pese al entusiasmo de la artista, tanto sus fans como los consumidores habituales de la cadena de supermercados se declaran en su mayoría confusos. «Soy demasiado gay para ir a un Lidl, pero con un Lidl Gaga no sé qué hacer…» comenta un seguidor de Gaga. «Mi madre tampoco sabe qué hacer porque el Lidl le gusta pero la muchacha le parece una fresca. En casa hay mucha tensión», añade.