Los padres de Isidro Mantra consiguieron ayer, tras una dura batalla legal, que su hijo sea declarado siniestro total. «No hace nada, no se comunica, es desagradable y encima no estudia. Viste siempre de negro y escucha música muy rara. Sabemos que no está enfermo pero es evidente que es un siniestro total», declaraba esta mañana Patricia Lancón, madre del adolescente. Ahora Isidro, de 19 años de edad, no podrá ejercer actividades que impliquen el contacto con el público y sus progenitores recibirán una subvención del Gobierno como compensación por tener que convivir con él. «Con un hijo así poco puedes hacer. Ya era hora de que el Estado reconociera el derecho a recibir una compensación por todo lo que hemos invertido en la educación de Isidro. Una educación que no ha servido para nada» argumenta Pepe Mantra, padre del joven.
El caso de Isidro sienta ahora un claro precedente y se prevé que numerosos padres de niños considerados «siniestro total» pidan también al Gobierno sus respectivas subvenciones. El asunto depende directamente del Ministerio de Educación, que evalúa caso por caso las características del adolescente y establece una retribución monetaria proporcional a la edad del sujeto y, por lo tanto, al tiempo que sus padres llevan soportándolo.
«Mi hijo es gótico, se maquilla y se pinta las uñas de negro, y encima me robó las llaves del coche y, como iba borracho, lo estampó contra un muro. Me han declarado el coche ‘siniestro total’ pero al crío me lo han devuelto. Creo que es más aprovechable el vehículo que mi hijo. Al menos el coche sigue teniendo luces», declara uno de los ciudadanos que pretende solicitar también la subvención ministerial.
