Pilar Fajardo, directora de la editorial, explica en la nota de prensa enviada a los periodistas que «en tiempos de crisis lo más fácil sería optar por los libros delgados que, además, se leen rápido. Pero no podemos permitir que desaparezcan los volúmenes gordos porque forman parte de nuestra filosofía como editorial y también de la literatura como forma expresiva».
Enrique Vila-Matas ha puntualizado que «mis libros no son especialmente gordos si nos centramos en el aspecto material. Creo que ‘Bartleby y compañía’ ni siquiera llega a las doscientas páginas». Fajardo no descarta, pese a ello, la futura publicación «de un libro especialmente gordo que recopile en un único volumen tanto ‘Bartleby’ como las demás novelas de Vila-Matas, incluyendo esta última novela gorda y bastante pesada que sacaremos en breve».
Aparte del compromiso con la calidad literaria, Pilar Fajardo ha reconocido que hay también un interés comercial subyacente a esta prevalencia de los libros gordos. «Cuando uno lee un libro electrónico en estos nuevos trastos que venden ahora, no tiene manera de percibir si lee algo gordo o algo delgadito. Tanto da si lees el ‘Ulises’ o un librito de Teo, la gente ve lo mismo. En eso sí que la tecnología no puede competir. Y diría, además, que Alfaguara está vinculada a los escritores españoles con más capacidad a la hora de producir libros de envergadura. Gordos y pesados, quiero decir. Los libros, no ellos, quiero decir».
