Uno de los pocos clientes que acuden a otro de los seis restaurantes, «El pato caput», considera que la desconfianza de algunas personas es exagerada y atribuye los recelos a la xenofobia. «Sí, es cierto que algunos platos tienen nombres divertidos como ‘Cirrosis quística agridulce’, pero se debe a un problema de traducción del chino. El choque cultural es evidente pero eso no significa que debamos tener prejuicios. Yo empecé a venir al poco de morir mi madre y me sentí como en casa».
Uno de los camareros del restaurante «Te estás comiendo a los muertos de la funeraria de al lado» dice que «es tradicional en China poner nombres largos a nuestros restaurantes y platos principales». No duda en calificar de racistas los ataques que están recibiendo tanto él como el resto de trabajadores de los nuevos establecimientos de comida asiática.
La mayoría de vecinos, sin embargo, considera sospechoso que se hayan abierto tantos restaurantes chinos de golpe y se reclama una investigación al respecto. «Yo creo que es porque en el fondo los restaurantes chinos son avanzadillas del ejército con el que empezarán sus ofensivas militares contra Occidente. Y parece que quieren empezar por Horta. No se me ocurre otra explicación. De ahí, además, que haya tantas referencias a la muerte en los platos de estos restaurantes. Quieren meter miedo», se queja uno de los vecinos.