Don Marcelo defiende que ensañarse con Jesús es contrario a la fe católica y que no es necesario hurgar en la herida. «Lo suyo es sentar a Cristo en un sillón viendo la tele, como diciendo ‘Míralo, que a gusto está, con el trabajo ya hecho’, y hacer la procesión así para que todo el mundo le adore. Sacarlo por ahí arrastrando una cruz y pasándolo mal año tras año… Pues hombre, no es apropiado, es como joder a un veterano de guerra para celebrar lo mal que lo pasó».
No todos los habitantes de Valmates son de la opinión de don Marcelo. «No es que yo quiera que Jesús lo pase mal. A mí no me divierte verle en la cruz, pero francamente, para ver a un señor con barba sentado en un sillón me quedo en casa, donde mi marido me ofrece el mismo espectáculo cada día», se queja una vecina de la localidad. «Además me han dicho que lo del discurso de la montaña van a cancelarlo y que se hará a través de mensajes de texto. Ya me dirás qué Semana Santa es esa», añade.
Son muchos los costaleros que se han negado a «sacar a pasear» a nadie que no esté pasándolo mal. «Si sabes que el que está encima de tu espalda está más jodido que tú aún tiene un pase, aunque sea una figura de madera. Pero para sacar a un tío con barba postiza pues hombre, eso sí que no, que con los Reyes Magos ya hacemos bastante el paripé».
Algunos sospechan que el hecho de que sea el cuñado del alcalde quien haga este año de Jesús es lo que ha motivado la nueva manera de entender las representaciones de Semana Santa por parte del ayuntamiento en Valmates.