«Quieren ir de modernos y poner colorines a la ensalada, pero esas cosas no hacen más que molestar. En mi opinión, una ensalada debe llevar lechuga, tomate y, si me apuras, un poquito de atún. Pero esos vegetales que se han inventado ahora… Yo la verdad es que no creo en ellos, no sé los demás», afirma otro comensal.
Diversos foros y asociaciones de consumidores han expresado su más «rotundo rechazo y desprecio hacia esta nueva agresión de la que son víctimas especialmente los que quieren perder unos kilitos de cara al verano pidiendo ensaladas». El cocinero del establecimiento ha pedido perdón a todos los clientes y les ha ofrecido matar el amargor de la col con vinagre balsámico. En todo momento, eso sí, ha culpado del desaguisado a la col misma, intentando eludir toda responsabilidad.
La Asociación de Vegetarianos Amigos del Pomelo se ha desmarcado de las críticas y ha mostrado todo su apoyo al consumo de col lombarda, solicitando la colaboración de la ciudadanía «para buscarle un rinconcito en nuestras neveras».
