Las calles de numerosas provincias españolas han amanecido hoy con pezones de varios centímetros de longitud, erectos y duros como piedras a causa del frío polar que está azotando toda la Península. En Burgos, León y Palencia, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta rosada ante la posibilidad de que se produzcan accidentes y lesiones. «Las personas de pecho prominente deben extremar precauciones estos días porque, en un despiste, podrían sacarle un ojo a alguien» ha advertido Ángel Rivera, portavoz de la Aemet.
Pese a los avisos, las urgencias de los hospitales se han llenado de ciudadanos con profundos cortes en las extremidades y, en pleno centro de Madrid, los bomberos han tenido que actuar después de que una mujer resbalara por la nieve y se quedara clavada al suelo. También se ha suspendido el servicio de metro en las principales ciudades del país para evitar «brochetas humanas» en los vagones de las líneas más concurridas. «Nunca se había visto tanto pezón duro por la calle. La gente no está preparada para actuar en estos casos», reconoce un portavoz de Protección Civil.
La Dirección General de Tráfico también ha reportado colapsos y retenciones en incontables puntos de la red viaria puesto que son muchos los conductores que se distraen y aminoran la marcha al ver unos pezones turgentes y rosados luchando para mostrarse al mundo en todo su esplendor. En la N-433, a la altura de Higuera de la Sierra, un teta a muy baja temperatura ha sido confundida con un semáforo en rojo por culpa de la mala visibilidad generando una cola de varios kilómetros de distancia.
Pese a todo, las autoridades han hecho un llamamiento a la calma y han difundido un comunicado en el que se recomienda a los ciudadanos «recubrirse los pezones con dedales o vasitos de chupito, cualquier cosa menos ese plástico de burbujas, que sí es cierto que protege pero siempre acabas manoseándolo con los dedos para petar las burbujitas. En este caso, hacer eso sería dramático».
