Desde que estalló la burbuja inmobiliaria, cientos de toneladas de cemento se han ido acumulando en la costa del Levante. Por este motivo, la Generalitat valenciana ha decidido construir una réplica a tamaño natural del muro de Berlín, aprovechando además que se celebra el 20 aniversario de su caída. «Además de ser un bonito homenaje, nuestro muro generará puestos de trabajo y turismo, nos permitirá deshacernos del cemento que nos sobra y podremos usarlo para dividir la ciudad entre rubios y morenos, por ejemplo» ha explicado un representante del Govern.
Los partidos de la oposición han criticado esta nueva decisión del gobierno de Francisco Camps. «Estamos acostumbrados a que autoricen obras sin sentido con la única finalidad de especular y revalorizar terrenos. Pero lo del muro nos ha desconcertado del todo, porque en un muro ni siquiera se puede entrar. No puedes vivir dentro y no puedes aparcar el coche» ha dicho Jorge Alarte, secretario general del PSPV.
No podemos dividir Valencia en Este y Oeste porque aquí todo es Levante
«Creo que aquí alguien no ha entendido muy bien lo del muro de Berlín. Lo que se está conmemorando es su caída, su demolición… a no ser que quieran erigirlo para demolerlo de nuevo, no sé cómo la construcción de una réplica podría considerarse algo encomiable», ha concluido.
Ante las críticas en torno a la utilidad del muro, el gobierno ha replicado que siempre puede utilizarse para colgar cuadros. «Es que no nos vamos a limitar a hacer una réplica del muro de Berlín, queremos ir un paso más allá, modernizarlo. Como todo el mundo espera, será Santiago Calatrava el que lo diseñe. No sólo porque así hace juego con el Palau de les Arts sino porque facilitará enormemente una hipotética demolición futura», explicaba el conseller de Territorio y Vivienda de la Generalitat Valenciana, Rafael Blasco.
