Entre abrazos y alguna que otra lágrima, los académicos dedicados a velar por la buena salud de la lengua castellana abandonaron ayer la sede de la Real Academia Española en riguroso orden alfabético. Minutos antes, el director de la institución, Víctor García de la Concha, leía un emotivo discurso que acababa con estas palabras: “Hemos, pues, de reconocer la derrota y ‘a otra cosa mariposa’, expresión, por otra parte, que admitimos a uso anteayer en agitado y agrio debate”.
Y es que los académicos decidían, en pleno extraordinario y por unanimidad -a excepción de Pere Gimferrer, que se encuentra en Toronto rodando un telefilm-, disolver la RAE y ceder sus edificios a las organizaciones benéficas Intermón Oxfam y Real Madrid Club de Fútbol. En palabras de García de la Concha, “cuando te percatas de que los términos más buscados en nuestro diccionario en línea son ‘MILF’, ‘Necesito crack Unreal 3’ y ‘puedo kedarme embarazada si miro a un chico?’ llega el momento de admitir que nuestro trabajo es inútil”.
Varios de los ya ex-académicos, entre ellos Álvaro Pombo y Ana María Matute, han comunicado su intención de integrarse en “algún colectivo que pueda ocupar el lugar que ocupó la RAE, como los Latin Kings o los Ñetas”.