Un grupo de jóvenes de Cornellà de Llobregat (Barcelona) ha sido descubierto esta mañana jugando a los bolos con cráneos humanos. Los Mossos d’Esquadra -que han sido alertados por un vecino al que molestaba el repicar de los huesos contra el pavimento- han requisado las calaveras a pesar de que los jugadores han llegado a presentar una carpeta con varias autorizaciones firmadas en las que, supuestamente, los propietarios de los cráneos habían decidido donar su cuerpo a la bolera.
«Ciertamente, el cráneo humano es perfecto para jugar a los bolos porque las cuencas de los ojos permiten agarrarlas firmemente. El hecho de que no sean una esfera perfecta añade complejidad a las partidas, permite un sinfín de efectos y le da, en definitiva, otra dimensión al juego» explica Joan Roig, dueño de la bolera. «Yo cedo las instalaciones y permito que la gente se traiga su propio equipo, en eso no me meto. Esto es como lo de Ramón Sampedro, si alguien decide donar su cuerpo a quien quiera nadie puede oponerse. Bueno, ahora no recuerdo qué hizo Sampedro, algo de un vaso y una paja, pero si no le hubiera importado que se jugara con su cráneo libremente, se podría hacer, digo yo» añade.
El suceso ha levantado la polémica especialmente porque no existe una regulación específica sobre los bolos ni sobre el deporte con partes del cuerpo humano. Por este motivo es muy probable que los acusados sean puestos en libertad muy pronto, recuperando los cráneos y reanudando sus actividades. «No se detendrán ahí porque, además, también utilizan testículos para jugar a la petanca o al billar, es una tradición muy arraigada aquí en Cornellà y creo que hasta José Montilla, que fue alcalde nuestro durante muchos años, solía coleccionarlos» insiste Roig.
