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Una pareja de la Guardia Civil vive en las cuevas de Altamira

SE RESISTEN A SER DESALOJADOS

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Bernardo H.
José F. y Bernardo H. son dos guardias civiles nacidos en Santillana del Mar que trabajan juntos desde hace cinco años y decidieron en 2007 trasladarse a las cuevas de Altamira «porque ambos estábamos divorciados y no teníamos para pagar el alquiler», declara Bernardo. «Mi mujer me echó de casa diciendo que era un animal y que debería vivir en una cueva como los salvajes. Y mira, visto en ‘retrovisión’, no era mala idea», añade su compañero José. Las autoridades intentan desalojarles sin éxito desde hace dos meses. «No nos pueden echar así como así. Y menos de una cueva, esto ya sería el colmo».

Según Rosa Torres, responsable del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, los guardias civiles «se comportan de manera muy respetuosa y nunca les hemos tenido que llamar la atención» aunque admite también que «por mucho que no fumen ni traigan mujeres a la cueva como hacían sus antiguos moradores, es cierto que estamos hablando de la Capilla Sixtina del arte cuaternario y que, por lo tanto, no es prudente que se use como residencia habitual».

El hecho de contar con compañeros muy queridos en las altas esferas de la Guardia Civil y de mostrarse cuidadosos y educados en todo momento ha dificultado el desalojo. «Hemos aprendido a interpretar las pinturas. A los muñecos hechos con sangre les ponemos nombres de jugadores de fútbol y hacemos como que vemos los partidos en la tele. Además, como son como negritos, hay abundancia de ‘cracks’ brasileños. Aquí puedes gritar y hacer lo que quieras aunque sean las tantas. Sólo hay problemas en el horario de apertura del museo, pero justamente coincide con nuestra jornada laboral, así que es todo perfecto» explica Bernardo. La pareja ha aceptado recibir la visita de un grupo de restauradores para que se compruebe que las preciadas pinturas están en perfecto estado. «No nos importa porque sabemos que están bien. A veces pegamos notitas en la pared para acordarnos de que hay que comprar leche y cosas así, pero esto no afecta para nada y es normal».

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