Nicolas Sarkozy desmintió ayer entre risas la información publicada en el diario «Libération» según la cual aseguró, en tono informal, que José Luis Rodríguez Zapatero «puede que no sea muy inteligente». «Yo nunca diría algo así, no me gusta andarme con hipótesis. No tengo ninguna duda sobre lo que es o no es Zapatero y, por lo tanto, ese ‘puede que’ se lo han sacado los periodistas de la manga». El presidente francés aseguró además que «si tuviera algún problema con Zapatero se lo hubiera dicho cara a cara y en un lenguaje que él pudiera entender». El mandatario español ha agradecido las aclaraciones de Sarkozy y ha afirmado que «tanto él como yo sabemos bien que tonto es el que hace tonterías, lo hemos hablado muchas veces en privado».
Según «Libération», Nicolas Sarkozy habría aprovechado una charla distendida en el Elíseo con un grupo de parlamentarios para explayarse sobre Zapatero y otros políticos como Angela Merkel o Barack Obama. De Zapatero contó, según los periodistas, que cae en todas las bromas pesadas que le hacen sus homólogos en las reuniones de mandatarios. «Lo del perchero fue muy bueno. Antes de sentarnos todos a cenar, cambiamos la silla del español por un perchero y dejamos su silla en el guardarropa. El muy estúpido se quedó sin cenar, sentado al lado de los abrigos y mirando intrigado el perchero que estaba junto al presidente de Portugal» dijo, presuntamente, Sarkozy. El rotativo francés revela también que varios parlamentarios aplaudieron cuando el presidente aseguró a propósito de Angela Merkel que «su política internacional es tímida y gregaria porque así es como ligan las que llevan bragas de color crudo». De Obama dijo, también presuntamente, que «me encanta servirle whisky y decirle aquello de ‘bebe sin temor que a los franceses nos encantan los bomboncitos de licor'».
Hay que recordar que hace poco más de diez días Sarkozy y Gordon Brown levantaron también la polémica al reírse sin complejos del presidente de Chipre, Dimitris Christofias, en la pasada cumbre del G-20. Desde entonces, Christofias asegura que no ha parado de recibir paquetes con sonajeros, muñecos y otros juguetes infantiles procedentes de Francia y dirigidos al «enanito chipriota».
