Ocurrió en una fiesta en Londres donde la modelo y actual diseñadora acudió con su novio Jamie Hince. Pasada la media noche, la modelo desapareció de la recepción, cundiendo el pánico entre los invitados. «Pensábamos que se había ido a… ya sabes, aquello que pasó» comenta una invitada que prefiere no revelar su nombre.
Algunos de los presentes, entre los que se encontraba Hince, fueron a la cocina donde encontraron a la celebridad, de 35 años, agachada ante la mesa mirando muy de cerca una galleta. «La tensión se podía cortar con un cuchillo», continúa la invitada. «Kate Moss cogió la galleta y aunque Jamie hizo ademán de entrar a detenerla, un compañero le agarró». Los asombrados testigos del hecho permanecieron unos segundos en silencio para ver cómo se resolvía la situación, respirando con alivio cuando Moss soltó la galleta, concretamente un combinado de galleta y chocolate de Príncipe de Beukelaer, y la dejó de nuevo sobre la mesa. «Actuamos como si nada hubiese pasado y la fiesta siguió su rumbo» remata la testigo ocular de los hechos.
La marca Lu, propietaria de Príncipe de Beukelaer, ha hecho una oferta millonaria a Kate Moss para ser la imagen de su producto tras conocer el incidente, aunque el entorno de la modelo aún no ha respondido. El resto de sus contratos publicitarios siguen intactos.