El que ha sido etiquetado como el relevo de Maradona, apodado «el Mesías», «la pulga rabiosa» o «el positivista lógico», no asistirá a la cita de esta tarde ante el Atlético de Madrid. En un momento en el que el Barcelona anda de capa caída tras la derrota ante el Español y cuando la afición empieza a cuestionar el estado de forma de Leo Messi, esta noticia no hace sino echar más leña al fuego. El argentino no acudirá al partido, pero no porque no haya sido convocado o porque deba reposar a causa de una lesión, sino porque, como ha dicho, «ya había quedado antes, el martes, con unos amigos».
Ni Guardiola ni el presidente han podido convencer al crack de que anule su cita. «Me dijo que le iba fatal y que era imposible porque iría a casa de un amigo, que no podía llamarle para decirle que no a estas alturas, que está muy feo teniendo en cuenta que sus amigos se lo dijeron antes que yo» asegura, resignado, el entrenador. «La pulga», que hubiera disputado su partido número cien con el Barça, ha quedado para ver el fútbol «en casa del Pelos, que es muy culé. Lo típico, unas cervecitas, unas patatitas… rollo tranquilo» confiesa el jugador. «Además tiene un plasma de 42 pulgadas que parece como si estuvieras en el campo. Brutal».
