Chacón regalará peluches a los kosovares

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha dado por terminada la misión española en Kosovo, anunciando la progresiva retirada de los 632 militares destinados en la zona. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, ha mostrado su desacuerdo con la medida y con el hecho de que se haya actuado unilateralmente. La comunidad kosovar está también visiblemente afectada por la marcha repentina de los soldados y de la propia Chacón, que en su visita relámpago a Istok se ha ganado el corazón de muchos con su empatía. «Es la madre que nunca tuve, quiero que se quede» ha llegado a exclamar Exhat Sedjiu, uno de los cientos de ciudadanos que han ido a despedirla a la base militar. La emotividad de la escena ha provocado que la ministra, ya a bordo del Hércules que la iba a traer de vuelta a España, haya optado por salir del avión y dirigirse a los presentes con cálidas palabras: «no quiero más pucheritos. Os llamaré cada día si hace falta. Además, pienso enviaros a todos un ejemplar del mismo peluche que tiene mi hijo Miquel, y que le consuela cuando no me tiene en casa». El discurso ha arrancado el llanto de la mayoría de los presentes, incluyendo a los propios militares.

Pese a ser una decisión tomada de manera completamente espontánea, la OTAN ha visto con buenos ojos el envío de peluches a Kosovo porque «el mero hecho de que se haya propuesto indica que se actúa desde la sensibilidad hacia el pueblo kosovar y que se es consciente de los efectos que tiene el fin de la misión». Jorge Moragas, del Partido Popular, ha criticado la actuación de Carme Chacón y ha dicho que «el buenismo gubernamental puede acarrear graves conflictos que Chacón ni siquiera ha previsto, dejándose llevar por las lágrimas, las pataletas y los pucheros». Moragas ha apuntado que la comunidad serbia, hasta ahora favorable a España porque nunca ha reconocido la independencia de Kosovo, «puede que padezca un severo ataque de celos al ver a los kosovares con sus osos y sus caramelos, complicando la convivencia y despertando nuevos conflictos».

Asimismo, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) ha advertido que «más le vale a Chacón que los peluches de su hijo sean de marca española, porque si se decide a encargar cientos de ellos para los kosovares sería una grave afrenta que una empresa extranjera fuera la beneficiada». Un portavoz del ministerio de Defensa ha recomendado que no se adelanten acontecimientos porque «la ministra aún no ha tenido ocasión de mirar la etiqueta de los peluches y, por lo tanto, ignora si son o no españoles. Sea como fuere, se irán tomando las medidas oportunas conforme se vaya concretando la propuesta».

Ante quienes aseguran que la ministra ha llevado al extremo la feminización del ejército, el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, ha recordado que «la sensibilidad no es patrimonio femenino, y prueba de ello es que las propias tropas españolas le regalaron a la ministra un peluche de la cabra de la Legión hace un año».