«El pijama estaba en la lavadora, tenía sueño y pensé: ‘bueno, pues a ver qué puedo ponerme…’ Tengo un montón de camisetas viejas que, cuando dejan de gustarme o tienen algún agujero, se me acumulan en un armario ocupando espacio, pensé que podría funcionar». Y funcionó, pues desde el pasado enero ha dejado de usar la parte superior del pijama. «Y en cuanto consiga un chándal viejo, dejaré de usar la inferior también, a ver qué pasa». Por su parte, los fabricantes de pijamas creen que esta insólita iniciativa podría extenderse al resto de la población, afectando a su negocio.
Fede Carrión, de 37 años, no usa pijama para dormir desde hace dos semanas. En su lugar, para meterse en la cama usa una camiseta vieja con la inscripción «Carnicería Lourdes» junto al dibujo de un pollo tocando un banjo. «El pijama estaba en la lavadora, tenía sueño y pensé: ‘bueno, pues a ver qué puedo ponerme…’ Tengo un montón de camisetas viejas que, cuando dejan de gustarme o tienen algún agujero, se me acumulan en un armario ocupando espacio, pensé que podría funcionar». Y funcionó, pues desde el pasado enero ha dejado de usar la parte superior del pijama. «Y en cuanto consiga un chándal viejo, dejaré de usar la inferior también, a ver qué pasa». Por su parte, los fabricantes de pijamas creen que esta insólita iniciativa podría extenderse al resto de la población, afectando a su negocio.
La producción de pijamas ha registrado su mayor caída en 13 años
Según el informe anual de AFELPADA (Asociación de Fabricantes Españoles y Latinoamericanos de Prendas Acolchadas para Dormir Adecuadamente), la venta de pijamas ha decrecido un 10% en el último año. Pero lo realmente alarmante son las previsiones para 2009, cuando se haya extendido la costumbre de Fede Carrión de usar «prendas alternativas no homologadas» para dormir.
Según el informe, hay muchas posibilidades de que el 70% de las marcas de pijama y skyjama se vean obligadas a desaparecer, perdiéndose casi 200 puestos de trabajo. Por este motivo, la AFELPADA ha interpuesto una demanda contra los fabricantes de camisetas de propaganda. Defienden que el intrusismo de éstos afectará a su negocio a medio plazo. Los fabricantes de camisetas se defienden alegando que el uso que cada español haga de su ropa es una elección propia y no creen que la demanda vaya a prosperar.
«¿Qué pasará si a medianoche, Dios no lo quiera, hay un incendio en su casa? Vendrán los bomberos y este señor llevará puesta una camiseta de ‘Andamios Martínez’ en vez de un elegante pijama aterciopelado de color azul Prusia. Será el hazmerreír de su barrio. No, no me gustaría estar en su pellejo» señala Severiano Martos, consejero delegado de la empresa textil Massana, quien se muestra pesimista y crítico con la innovación del alicantino. Según el veterano fabricante de pijamas, «los españoles de verdad en casa van en bata y zapatillas, no se enfundan en el viejo chándal de la mili ni en unas chancletas de playa como si estuvieran en el Bar Pajaritos tomando unas cañas». Fede Carrión, por su parte, tiene la intención de rodar un documental sobre su experiencia en el que explicará cómo aplicar su innovación a todo aquél que quiera imitarle.
