El músico español Luis Cobos se querella contra una empresa aragonesa por fabricar tostadoras que imprimen su cara en las tostadas. La empresa alega que «se trata de una figura pública que es patrimonio de todos los españoles». De momento, se ha suspendido la fabricación del aparato, del que también hay versiones con la cara de Bob Esponja y del «niñato del metro de Valencia».
«No es sólo un atentado contra mi honor y mi imagen pública, sino una falta de respeto hacia todos mis seguidores y, por qué no decirlo, es como escupirle a la música». Con estas duras palabras Luis Cobos ha justificado la denuncia interpuesta contra PlayRole SL., fabricante de la tostadora de la discordia. Varios representantes de la SGAE -incluido Teddy Bautista, presidente de la organización- han apoyado al artista sin reservas. Andrés Lahoz, director general de PlayRole, se ha mostrado «sorprendido por la reacción de Cobos, que ha dedicado toda su vida a explotar -en el sentido comercial y podríamos decir que incluso físico- los grandes clásicos del patrimonio musical». Aunque Lahoz defiende la ausencia de mala fe, la frase «Házte con el tostón de Cobos» con el que se vendía la tostadora parece dar la razón a Luis Cobos. Pero Lahoz insiste: «es un personaje público y como tal debe asumir ciertas cosas, igual que lo hace el Presidente del Gobierno o incluso Jesús y la Virgen, de la que se hacen hasta camisetas y refranes».
El conflicto va a resolverse finalmente en los tribunales, aunque no se ha determinado aún la fecha del juicio. «Si la gente quiere empezar el día conmigo, están mis discos y está el arte», ha querido dejar claro el músico al ser interrogado por este periódico. «Las tostadas están para lo que están. Esta falta de respeto actual por los derechos de imagen y de autor me tiene ya muy quemado».
