“Las batidas las organiza un aristócrata ruso, un tal Zaroff” afirma el testimonio jienense mientras mira de reojo a ambos lados de la calle. “Traen a las chicas en autocares directamente desde Rumanía, creo que engañadas, y una vez en la finca las sueltan en pelotas, con el frío que hace, y venga a pegarles tiros. Es una vergüenza”.
Las primeras reacciones ante la exclusiva no se han hecho esperar. En una rueda de prensa convocada de urgencia, María Dolores de Cospedal ha exigido la dimisión inmediata de la canciller alemana Angela Merkel. “Como está visto que aquí no dimite nadie, confiamos en la colaboración de nuestra socia europea, porque esto no puede quedar así, sin culpables” ha afirmado la secretaria general del Partido Popular. El PSOE, por el momento, no ha querido hacer declaraciones, aunque fuentes del partido nos informan que están “a la espera de una buena excusa”.
La fuente que ha contactado este periódico, y que habría participado en alguna de estas cacerías, ahora se arrepiente. “Algunas de las mozas estaban de muy buen ver, y es una pena darles muerte” comenta. Como prueba del macabro entretenimiento de fin de semana de las fuerzas vivas de la juricatura y el gobierno, aporta una instantánea realizada con su teléfono móvil del momento en que una de las presas es abatida por el ministro de Justicia, así como una fotografía del traslado a caballo de rumanas desnudas por el interior de la finca. Los dos acusados no se han pronunciado aunque, al ser interrogado sobre la muerte de mujeres en la finca jienense, Garzón ha declarado: «no sé nada de esto. ¿Jienense qué es? ¿Lo que viene después del románico?».
